
Mírate, pareces el típico chico fracasado, luchando por no terminar de hundirse cuando parece que ni siquiera tiene razón para seguir viviendo. Una vez yo también estuve en tu lugar, aferrada a la cama, el sillón y el suelo, pensando en lo bien que era mi vida hasta ese momento, deseando regresar a los tiempos buenos, en los que no era miserable; Pero tuve que hacer algo para volver a triunfar. Simplemente no valía con rezarle a Dios, debía poner de mi parte por igual. Entonces me levanté, y luché. Fue difícil, no lo niego. Sin embargo, ahora estoy en la cima de la montaña, y ten por seguro que si caigo, me volveré a levantar... PORQUE CREO EN MI, Y EN EL PODER QUE ME HAN CONCEDIDO PARA LLEGAR HASTA EL FIN DEL MUNDO.
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