sábado, 17 de septiembre de 2011

Before the Sky

Como están mis blogger@s amigos? Perdónenme el tan largo tiempo que deje el blog en abandono, pero solo tengo dos palabras que decir: lo siento! Saben que las clases le quitan la libertad a uno... Sin embargo, la poca libertad que he tenido desde que comenzaron las clases, no le ha impedido a mi cabeza que maquinara y maquinara hasta dar con una idea que poder plasmar en palabras...XD.

Entonces, como recompensa, les dejo la sinopsis y el primer capitulo de la historia, los cuales espero que les gusten!




"Mírame... Estoy a punto de morir y no me había sentido tan viva."

Anne sabe que no le quedan muchos meses de vida. Un tumor en el cerebro que a cada momento empeora, la va acercando mas a la muerte; El sufrimiento que su enfermedad causa a su padre, le hace cuestionarse si en realidad ella debe continuar con vida, y situaciones inesperadas y la aparición de un chico que tiene sus propios problemas y de quien no puede evitar enamorarse, le muestran lo que tanto ella ignora del mundo y lo tanto que le queda por recorrer, aun...


"Siento miedo del mundo, de lo que piensen o digan; Pero daría todo por demostrarles que yo si puedo."
Before the   Sky
Chapter One


Sus manos se pasearon por el cuaderno que llevaba en su regazo. Allí tenia todo:  los sueños que veía imposibles de llegar a cumplir, deseos absurdos y a la vez anhelados, y las cartas que cada viernes le escribía. Ese pequeño y, ante la vista de otros, insignificante objeto, se había convertido en su mas preciado tesoro.

Miró por la ventana del autobús y algunas lágrimas se escaparon de sus ojos. Las personas transitaban por las calles de la ciudad. Algunas en compañía, felices; mientras que otros caminaban solos, fatigados por un duro día, por problemas que, para ellos, eran difíciles de resolver, y en la angustia, se olvidaban de que la vida era única y debían intentar vivirla, de que cada rayo de sol que se infiltrase por la ventana en la mañana, era señal de que tenían que aprovechar esa oportunidad mientras la tuviesen; Y entretanto sus problemas eran difíciles, la muerte era inevitable, y cuando sabes que tu vida pende de un delgado y frágil hilo que en el momento menos esperado se romperá, debes aferrarte a cada día, a cada fracción de segundo que pasa ante tus ojos. Y, ineludiblemente, siempre mantienes la esperanza de que ese día nunca llegue...

Las lágrimas aun salían a borbotones, pero se obligó a no llorar. Se lo había prohibido a si misma, y se lo había prometido a ella. Estrujó sus manos sobre sus ojos para deshacerce de las lágrimas, e intentó concentrase en algo mas, algo que no le recordase su prematuro destino. Permitió que su mirada vagase por los casi solitarios acientos del autobús y se detuvo en una pequeña de rubios cabellos que tenía alrededor de unos seis años. La niña dormía profundamente en los brazos de quien parecía ser su madre, y al verla tan tranquila, tan frágil, el recuerdo indeleble de Simone pasó por su cabeza, llevándola a aquellos meses, a su sonrisa, a sus azules ojos, a su sedoso y largo cabello rubio, y recordándole aquella capacidad innata de hacerle ver el mundo con otros ojos y sonreirle a todos los contratiempos y malas pasadas.


Sonrió al rememorar sus inagotables energías, su perseverancia y ese envidiable deseo de vivir la vida al máximo y no desaprovechar las oportunidades.



El autobús se detuvo en su parada habitual. Salió de este y se encaminó por el sendero que conducía al lago. Sus pisadas producían un crujido bajo sus pies, que sonaba al compás. El otoño se había convertido en su estación del año preferida, porque si bien la caída de las hojas significaba una derrota, a la vez era el anuncio de un nuevo comienzo.


Cuando llegó frente a una puerta de metal que se erguía ante ella, la abrió con fuerza y se adentró en un pequeño camino. La misma sonrisa estúpida de siempre se formó en su rostro cuando logró divisar el lago. Sus aguas verdosas y limpias llevaban un ritmo lento, calmado, por lo visto sin prisa. Se acercó al agua y jugó con el débil va y vén que esta producía, y se deleitó viendo a los patos y flamencos disfrutar del agua tanto como ella.
 Así permaneció durante un buen rato, y hasta que no tentó de nuevo el duro grosor de su cuaderno, no volvió a la realidad. 



Se dispuso a escribir, pero teniendo tantas cosas que contarle, no encontraba las palabras adecuadas. Tomó un lápiz y comenzó a anotar:





Viernes 07 de marzo de 2005.


Querida Simone:






He pensado mucho en ti en el transcurso de la semana. Y sentada sobre las hojas otoñales y fascinándome con la mágica agua del lago, quisiera tenerte aquí conmigo. Aun no entiendo como, a pesar de tus 12 años, me entendías como nadie. Viéndote me preguntaba si estabas en el cuerpo equivocado, porque siendo una niña, tu mente y tu pensar eran los de un adulto...

Sonrío al pensar en ello, y siento un dolor colosal cuando recuerdo el tormento que representa mi enfermedad para mi padre, su demacrado y acabo rostro, y esa constante expresión de agonía que veo cuando el no me ve. A veces me cuesta mirarlo, y gran parte del tiempo intento evitarlo, porque se que un trozo de ese sufrimiento se debe a mi y a la proeza de que, por una vez, el no puede hacer nada para impedir que tarde o temprano yo me vaya, al igual que lo hizo mi madre.

La profesora Stephen me ha comunicado que voy muy bien en las clases de piano y que si sigo de esa manera, puedo llegar a conseguir una beca. Y me reprimo el no sentirme feliz por tan gran alago, pero sabes que aunque ame la música, no dejo de decirme que el futuro es incierto, tan incierto como cada segundo después de este.

Quiero contarte muchas cosas, pero ya el cielo se esta oscureciendo y en mi cabeza veo a una serie de comisarios buscando a Anne la desaparecida. Ya conoces a mi padre...

Por otro lado, y teniendo que ser breve, he acompañado a Sara y a su embarazada madre al hospital, y el doctor le ha comunicado que es una bebe. Nosotras hemos saltado de la alegría, y después el doctor ha dicho que también hay un bebe. La noticia fue tan sorpresiva, que nos quedamos paralizadas por un momento. Imagínate, dos mini Sara haciendo de las suyas por el mundo...

Sin querer despedirme, debo hacerlo. El ultimo autobús sale a las 6:00 p.m. y no me queda mucho tiempo.

Con cariño,

Anne.



-.-
¿Que les parece?¿Les ha gustado?¿Quieren un próximo cap.? 
Bueno, si esto es lo que quieren, el miércoles tienen un segundo capitulo, y les prometo que esta historia si la voy a terminar...
Por cierto, como vieron en la portada, tengo un nuevo seudonimo. ¿Les gusta "Aamir Brown" o prefieren "Eve Brown"? Ustedes diganme!

Besoootes!

1 comentario:

  1. El segundo párrafo me ha sacado lagrimas! Estoy pasando por algunos problemitas y me doy cuenta que todo eso es cierto, vemos las cosas como si fuéramos a vivir para siempre... siempre decimos, mañana, mañana, cuando en realidad podemos hacerlo hoy....
    La frase del otoño también me ha llegado bastante...
    Parece que sera una hermosa historia...
    La portada sin duda es fabulosa..
    Miércoles, otra cosa mas que se anexa a ese dia... en inicio del otoño en mi país, el de la primavera en el tuyo, supongo...

    Besos!

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